Nunca sabré la verdad oculta en el ruido:
recuerdo viajar,
el sol ardiendo sobre la vida
y lo inerte
molestando a la hoja que ha perdido tono,
el silencio perteneciendo a una historia imprevista
era el momento oportuno de dar el giro:
el cuerpo tirado en la arena
aún desangraba
miraba mis manos
cayendo en cuenta de que no era el culpable
no había mancha
no había aquella sensación cuando anhelas
pudrirte en la miseria por acabar con la plaga
busqué una huella mía en aquel cuerpo
olía mal
huele tan asquerosamente
que ahora es una obligación sudar para que nada sea tan desagradable
hoy cuando tomaba café
vi una mosca entrar a mi casa
me quería dar un abrazo.
John Arteaga
Exelente. Cada vez mejor.
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