Me ha negado la esencia que cubre su figura,
sin embargo me concedió
un poco de su miedo
me dejó impregnado;
ahora no tengo certeza de qué es deleitarse.
Es una historia,
una que no hace ruido
no gime
una que olvidó gritar
sollozar.
y maldice por los poros
Vi como el sudor caía de su frente
es repugnante e irrepetible,
me ha tragado el silencio que lleva al borde de aquel cabello raído.
Tengo que admitir que irremediablemente creo en esto:
en el murmullo de tu dermis exigiéndole a la mía,
cayendo sobre ti una gota de alcohol
embriagándote la sensibilidad
de ahí naciendo un Capsicum annuum,
me imagino regando todo el tiempo
aquella planta
hoja por hoja hasta que mi cara quede por completo desfigurada
y puedas olvidar mi ceño fruncido,
prefiero robarte la mudez y quedarme contaminado desde las entrañas por culpa tuya;
comprendí que tienes aruñada la pupila
no recuerdo de que ojo.
Prometo vomitar. Sí.
y con el veneno sobrante pintaré
tus labios.
Jhon Arteaga
01/11/2017
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